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Secretos de parranda


Terminaron 3 días de fiesta y estoy 1 libra más pesada. Eso está bien. Tú me conoces y sabes que yo puedo subir una libra con cualquier descuido: comer cualquier cosa que está de más en mi dieta diaria.

Hoy concluye una semana de reuniones familiares que culminó en una hermosa boda que incluyó dos cenas de gala y un desayuno espectacular. Por eso, tener una libra de más me parece casi un milagro. Llegué luciendo un vestido talla 6, pero no se me olvidó que yo alguna vez fui talla 16. Me sentía feliz y adecuada para presentarme en sociedad. A mi alrededor había muchas otras personas luciendo sus mejores galas y sus cuerpos esbeltos. No sé cómo logran ellos y ellas verse así de bien, pero sí se que para mí, eso nunca sucede sin mucho trabajo mental, ejercicio físico y la actitud y las comidas adecuadas.

Escribo esta entreda para quienes, como yo, el manejo del peso es todo un tema. He aprendido algunas técnicas para poder compartir con los demás en este tipo de eventos y no tirar mi cuidado por el despeñadero. Como les he compartido, mi tendencia natural es a subir de peso con la menor provocación. Hago la salvedad que esto lo escribo desde un peso saludable. Cuando estás necesitado de adelgazar, ninguna celebración merece el riesgo de echar a perder lo que has ido ganando en tu cuidado. Hoy te comparto cómo me manejé estos días, por si puede servirte de algo.

  1. Cuidar todos los días normales mi alimentación como si estuviera en adelgazamiento, evitando consumir lo innecesario. Mi meta era poder comer comida especial la cena del viernes y la del sábado, así como el desayuno del domingo. No viví en conga total. Esta semana fue temporada de cuidado, como siempre, con tres de 28 comidas en la semana que serían distintas.

  2. En los eventos que no eran mis tres designados, hice lo necesario para continuar mi cuidado: a veces comí antes y sólo compartí con agua o con un café. A veces , llevé para todos lo que yo podía comer y así pude compartir lo que a mí me hace bien.

  3. Recordar que arreglarme no sólo es peinarme y maquillarme. Para mí, la preparación para presentarme en sociedad empieza por hacer mi ejercicio diario.

  4. Tener cuidado con lo que bebo. En el día a día, todo igual. En las celebraciones no me hizo falta el licor. Hablé antes con los meseros y me levaron agua con hojitas de menta. Parecía coctel, y así me evité las críticas y las calorías. Nunca he sido buena con el alcohol. Una copa me es suficiente. Es importante tomar mucho agua y evitar las sodas de dieta, porque tienen mucho sodio que hace retener líquidos. Si había algún tipo de alimentos que yo sé que una vez empiezo no puedo parar de comerlos, mejor los evité.

  5. Caminar mucho. Mi esposo y yo aprovechamos esta boda de destino para darnos una escapada de la rutina y salir a pasear juntos por la mañana, teniendo pequeñas aventuras compartidas.

  6. Hoy lunes, es corte total. Aquí se acaban los permisos de la semana pasada. Nuevamente, a ordenarme y a hacer las cosas bien, comiendo para adelgazar.

Es así como poco a poco se va construyendo un estilo de vida saludable, donde el cuidado permanece la mayoría del tiempo y te permite de vez en cuando compartir comiendo cosas especiales. Lo importante es que la regla sea el cuidado, y lo que sale del mismo, sea una excepción muy poco frecuente.


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