Hacer lugar para más bendiciones
Tengo la vida tan llena de bendiciones que parece que no hay espacio para más. Eso es excelente, pero me reta a ser mucho más organizada.
Hoy pienso cómo es mi vida de distinta desde que empecé a buscar mi peso saludable. En marzo de 2017 me encontraba en los pesos completos, siendo mamá de tiempo completo. Mi carrera y mi desarrollo personal estaban un poco estancados. Siempre leía, estudiaba algo, mejoraba mi ambiente, pero estaba básicamente dedicada a los demás.
Conforme empecé a hacer cambios de vida muy bien guiada por gran maestro, la vida fue cambiando.
El primer cambio positivo fue empezar a escribir mis vivencias en el reto de hacer algo para bajar de peso. Luego vino la publicación de la página www.XLNuncaMás.com . El proceso de bajar de peso siempre me retó y necesité reinventarme y ser creativa muchas, muchísimas veces, y ese proceso de introspección ha generado más de 120 entradas. Viajé y comprobé que es posible cuidarme en todo momento, en todo lugar y en toda circunstancia. Llegué a mi peso ideal y luego mantenerlo, cuidando mi salud física y mental, ha sido el nuevo reto.
Quise investigar más profundamente el por qué y el para qué de mi relación problemática con el peso, así que tomé un curso de conciencia que me abrió los ojos a un mundo desconocido. Así fue como cayó en mis manos el libro de Salomón Sellam acerca de Psicosomática Clínica, Sobrepeso y Obesidad, y luego pude ir al taller que este eminente psiquiatra impartió.
Hoy estudio un coaching que me tiene fascinada.
Como les contaba, estoy ahora intentando bajar las libras que subí a finales de año, y aprender a nutrirme mejor, y a llevarme mejor con mi cuidado, así que elegí un nuevo método que me tiene aprendiendo mucho y demanda más tiempo de lo que yo esperaba.
Me encuentro persiguiendo momentos para hacer lo que quiero: leer, estudiar, hacer ejercicio, cocinar, escribir, pasar tiempo con mis seres queridos, ser la mamá y esposa que quiero ser. Parece que el día no me alcanza.
Los cambios que quiero hacer requieren organización, energía, apertura de mente y bastante tiempo. Caí en cuenta que mi vida está llena de bendiciones, que esas bendiciones ocupan espacio en mi agenda y que lo nuevo que quiero aprender también.
Lejos de decir “No tengo tiempo”, nos invito a decir “Quiero hacer el tiempo”. Quiero hacer el tiempo para aprender, para hacer ejercicio, para cocinar sano, para dedicarme a lo que me edifica. Dios en su inmensa sabiduría nos dio a todos 24 horas al día. Nadie tiene más y nadie tiene menos. Así que nunca tendremos más tiempo. Lo único que tenemos en la habilidad y la capacidad de elegir a qué queremos dedicarle tiempo.
Quizás trabajar en la mejor versión de ti mismo requiera ver menos televisión, compartir un poco menos con tus amigos, o despertarte un poco más temprano, pero como te dije hace rato, se es siendo. Sólo seremos más saludables si hacemos lo necesario para serlo.
Yo hoy estoy feliz en casa, estudiando y escribiendo, mientras mi familia se divierte en otro lado. Es cuestión de prioridades.
Te invito a que tomes un momento para pensar qué quieres incorporar positivo en tu vida y le asignes un espacio real en tu agenda.