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¿Todavía necesito esforzarme?


personas corriendo

Llega el momento en el que nos preguntamos: ¿Cuánto cuidado es suficiente? ¿Debería realmente cuidar mi peso? ¿Es el peso un tema importante en este momento? ¿Se me está yendo la mano? o al contrario, ¿Me estoy descuidando? Si has estado pensando en estos temas, esta entrada es para ti.

Vivir en el peso adecuado es, antes que nada, un asunto de salud. De la forma en que yo lo veo, cuidar nuestro peso es un tema de responsabilidad, de hacernos cargo de lo que está en nuestras manos para cuidar de esta vida que se nos dio... pero reconozco que no siempre es fácil. Recientemente escuché que 7 de cada 10 personas de han resultado positivas para Covid tienen algún grado de sobrepeso, así que ahora este tema es tan relevante como siempre.

Cuando estamos padeciendo de sobrepeso o de obesidad es más fácil ver el valor de hacer el esfuerzo para estar mejor. Pero conforme vamos mejorando nuestro peso, bajar hasta estar en los niveles más adecuados puede volverse complicado por un muchos de motivos: ya nos vemos mejor, nos sentimos mejor, lucimos ropa de tallas normales y como si fuera poco, el mundo nos felicita y quizás estamos cansados de limitar nuestra forma de comer y de convivir con los cambios que exige un estilo de vida saludable, como el movernos más, hidratarnos mejor y mantener una actitud positiva. Además, la gente nos dice que ya es suficiente, que estamos obsesionados, que hay que vivir un poco. Si estás cansado de cuidarte y los demás te instan a que aflojes el cuidado, es muy fácil caer.

Cuando bajas de peso, te das cuenta de que es necesario aprender a pensar y sentir diferente para poder hacer las cosas de forma diferente y así ir construyendo una una realidad diferente, con el tamaño y la salud que deseamos. Poco a poco vamos integrando esos cambios. Sin embargo, yo he observado que en una capa más profunda, la nueva forma de cuidarnos puede hacernos sentir impostores, como si nuestra verdadera identidad se viera comprometida, y estuviera precariamente amarrada en la camisa de fuerza del cuidado para hacer lo que nos conviene. Si has pasado por un largo período de adelgazamiento seguro comprenderás lo que digo.

Llevo un año conviviendo con un peso entre 8 y 15 por encima del que mi nutricionista me dijo que es el adecuado, pero me siento bien y la ropa me queda. Sin embargo, he intentado bajarlo y no lo he logrado. Eso me es sumamente incómodo y me lleva a preguntarme ¿Necesito realmente bajar este peso? ¿Será que lo que empezó por salud se volvió un asunto de vanidad? Si esto te pasa, quizás este tema nos sirva a ambos.

Parte de lo complicado de este tema para mi es la frustración porque casi siempre hago lo necesario para cuidarme, pero a veces, como si tuviera un virus instalado en el cerebro, se me “olvida” que quiero estar en cierto peso y “me doy feriado”… no muchos días, pero suficientes para recuperar las dos o tres libras que bajé, encerrándome en un ciclo sin fin. No estoy peor, pero tampoco mejor. Este no es un tema que yo tome a la ligera y por eso, voy a ocuparme.

Empezaré por revisar la forma en que pienso, recordando que bajé de peso por salud, y trataré de entender si hoy este tema es para mí un asunto de salud o de vanidad. Quizás esto pueda ser de utilidad para ti también.

Partiendo de la premisa de el peso es un tema de salud física y también de salud mental, nuestra emocionalidad no debería de mandar en este tema, sino los indicadores claros, imparciales y objetivos. La Organización Mundial de la Salud propone los siguientes parámetros de lo que es estar en un peso saludable. Es necesario que ambos parámetros estén dentro de los rangos normales para evitar consecuencias negativas para la salud. No es uno o el otro, son ambos.

1. Índice de masa corporal: para un adulto, hombre o mujer, un índice de masa corporal saludable debe ser mayor o igual a 18.5 y menor de 25. Para calcularlo, debes saber tu estatura en metros y tu peso en kilogramos. Puedes convertir tu peso en de libras a kilos aquí y calcular tu índice de masa corporal aquí. Si estás entre 18.5 y 24.99, tu IMC es normal.

2. Porcentaje de grasa corporal: la tabla de la izquierda muestra los porcentajes de grasa corporal saludables según la OMS. Tener un porcentaje de grasa saludable es crucial para evitar padecer diabetes, derrames cerebrales y enfermedades cardíacas. Cuanto más alto el porcentaje de grasa corporal, más altas las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas. Para saber el tuyo, necesitas pesarte en una pesa que marque el porcentaje de grasa corporal, y hacerlo recién levantado y después de haber ido al baño, sin haber ingerido líquidos o alimentos al menos 4 horas antes de pesarte. Cada vez son menos caras estas pesas. Recomiendo que tengas una. ¿Estás dentro de estos parámetros?

La respuesta ahora es clara para mí: Mi peso es normal, pero mi índice de grasa corporal está más alto de lo que debería estar. Grasa de más o peso de más significa que hay trabajo por hacer, y entonces, cuidarme sigue siendo para mi una cuestión de salud, y por lo tanto, un tema de responsabilidad, no de vanidad.


Fuentes:

https://www.who.int/features/factfiles/obesity/es/

http://nutricionymultinivel.blogspot.com/p/tablas-de-valores-de-la-organizacion.html



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