En el cuento gana la tortuga
- Johanna M.
- Aug 31, 2017
- 1 min read

Justo cuando más quiero que la pesa me vaya mostrando números más pequeños, la condenada se traba, más necia que yo. Me ha pasado en varias ocasiones: cuando más pendiente estoy de que baje, menos lo hace. Sucede normalmente cuando estoy a punto de cambiar de decena, o cuando quiero llegar a algún punto que para mí es algún tipo de marcador. En este caso, estoy a dos libras de cambiar de decena, a 4 libras de poder decir que ya bajé 50 libras, pero no, la pesa no quiere colaborar.
Esto es frustrante y me demuestra que por mucho que he aprendido, el corazón es como es, y hace berrinche aunque la mente esté sentada en pose de meditación diciendo Om.
Ya lo sé: lo que procede en estos casos es tener paciencia y hacer las cosas bien. El cuerpo no puede bajar todos los días (aunque ya se va tardando tres o cuatro días sin darme buenas noticias). Si hago todo como debo, la recompensa vendrá tarde o temprano, pero ojalá sea pronto.
Ayer estuve pensando que este descenso va a paso de tortuga, pero al fin y al cabo, es mejor que a paso de cangrejo (que dicen que caminan para atrás), o que a paso de piedra, que no caminan para nada. Pero yo quisiera ir a paso de liebre.
Recuerda Jo, en el cuento gana la tortuga… sólo necesito llegar a la última página sin desbordes para comprobarlo.
Comments