Hips don´t lie
Algo está pasando. De pronto pareciera que las piernas de mis pantalones se encogieron un poquito. Me paro en la pesa y el primer dígito que aparece me indica que peso está bien. El segundo dígito me pone sobre alarma: he subido un 2% de grasa corporal. Mi primera reacción es pensar: “no puede ser cierto. La pesa debe estar loca. Ya cambiara de opinión”... pero ahora que sé cómo funciona el peso, la grasa y mi cabeza confirmo que Shakira tiene razón: hips don’t lie.
No es para escandalizarme todavía: tengo puestos mis jeans y por ahora, no me aprietan de la cintura, pero como dice Newton en la ley de la inercia: todo cuerpo permanece en su estado de reposo o movimiento uniforme a menos que sobre él actúe una fuerza externa.
Sospecho que mi grasa corporal seguirá subiendo a no ser que yo aplique la fuerza del cuidado para desviar la tendencia al alza que estoy viendo.
Parece curioso que ayer tuve cita con la nutricionista y ella comprobó que este mes perdí dos libras y media. Ella también confirmó mis medidas (han subido un poquito) y confirmó mi sospecha del alza en la grasa corporal y mi temor de haber perdido músculo. Además, perdí hidratación.Te cuento por qué todo esto es importante.
Si lo pensamos bien, una libra de hierro no tiene el mismo volumen que una libra de algodón, aunque pesen igual.
El algodón ocupa más espacio. Lo mismo pasa con el músculo y la grasa: una libra de músculo ocupa menos espacio que una de grasa. Eso explica por qué aunque peso menos, relleno más mis jeans.
Esto no vino de la nada: hace dos meses que dejé de hacer pilates y de correr en intervalos, sin mencionar que también me di mis gustos en España y olvidé medir mis líquidos.
Ahora que ya sé de que va esto, tocará cuidarme para subir músculo y bajar grasa. En mi caso, eso significa desterrar las grasas, caminar a ritmo de quemar las que se subieron, incluyendo intervalos a poco cardiopulmonar y hacer pesas, y ser disciplinada con mis 4 litros de líquidos.
No me parece correcto que este mi cuerpecito me exija tanto cuidado, pero ya me gustó tener una salud adecuada y una figura presentable. Respiro hondo, me pongo los tenis y salgo a trotar.