top of page

Feliz de iniciar de nuevo

“¡Feliz 2019!” es una frase que sin duda escuchaste muchas veces en los últimos días. Yo hoy te invito a preguntarte:

¿Qué haría que 2019 sea un año feliz para ti?

Es importante pensarlo, para poder atraerlo y crearlo. Toma un papel y una pluma y escribe qué haría un año feliz para ti. Yo lo voy a hacer ahora.

……

ya lo hice. ¿Y tú?

…..

Siendo honesta, no estoy muy contenta del peso en el que estoy iniciando 2019. Estoy 10 libras sobre mi techo del rango de mantenimiento y mi ropa me queda apretadita. Son 10 libras cabales más que el día de la fiesta en agosto, y son el tamaño de la evidencia de que aún me falta mucho por conquistar.

Hoy peso

4 libras más que en esta navidad, (oh-oh...)

6 más que esta fecha en 2018, (feo mi modo!)

50 libras menos que en esta fecha en 2017. (Ok, no lo hice tan mal).

Se fue 2018 y no logré mi meta de inicio de año “Terminar de bajar mi peso y aprender a mantenerme en mi rango”. No me gusta sentir que no logré mi cometido, pero si algo he aprendido es que el perfeccionismo es el camino a los problemas. No logré mi propósito pero me mantuve en la jugada. Perdí perfeccionismo y gané resiliencia.

En 2018 aprendí que mantener el peso logrado es algo que se trabaja cada hora de cada día, reconocí algunas de mis áreas débiles, me mantuve en el proceso, seguí conociéndome a mí misma y aprendí a observarme. Noté que yo necesito y soy capaz de cuidarme en el día a día, en viajes, en hospitales, en momentos felices y en momentos difíciles y que cuidarme de esa manera me mantiene con la mente clara, feliz y triunfal de estar en control de algo que es tan importante para mi. Pero también observé que después de cuidarme bien en situaciones complicadas, me vienen los “latigazos”, que son momentos o períodos donde siento que necesito descansar un poco del cuidado y aunque batallo, paro rindiéndome. También observé que me meto en problemas cuando creo que puedo salir sola de forma fácil de las libras que subo, o cuando juego de apagar la cabeza y hacer como que los descuidos no me van a pasar la factura. Y comprobé que cuando abandono a ratitos mi cuidado, mi índice de felicidad y de belleza emocional va en descenso.

En 2019 mi nuevo reto es aprender a no abandonar ni por cortos períodos mi cuidado… qué fácil se dice, pero el lograrlo es todo un tema para mi. Mi nuevo lema es “No a los abandonitos”. Te lo explico mañana.


Hoy puedo ver desde un punto de vista muy sereno que el trabajo continúa y así será mientras esté viva. Lo importante para mantener lo logrado es quedarme en este camino y no abandonarlo. 2019 me encuentra en necesidad de hacerlo mejor y eso me emociona. Mi nuevo reto es el de lograr continuidad para llegar de nuevo a mi rango triunfal y feliz y aprender a quedarme allí. Lo bueno es que eso me energiza.

Ahora te toca a ti pensar: ¿Cuáles son tus retos en este año que empieza?

bottom of page