Ser siendo, amistosamente
Ahora que logré hacer tres días bien cuidados es momento de contarte por qué es tan importante lograrlo: porque quería hacerlo, porque es un compromiso conmigo y porque no hay otra forma de ser, que siendo. Te lo barajo más despacio.
Imagina que tú dices ser puntual, pero últimamente llegas a todos lados tarde. Eso nos dice que tu crees ser puntual, pero la evidencia dice lo contrario. Se es puntual, siendo puntual. O por ejemplo, que tú crees ser un atleta porque fuiste excelente deportista en tu juventud, pero hace tiempo que no te pones los tenis y sales a moverte…eso nos indica que fuiste, pero no lo eres más. Se es siendo. Y si quieres cuidarte, y lo haces en este instante, el día de hoy, eres alguien que se cuida. Si no lo haces, pues no lo eres. Al menos no lo eres hoy. Se es siendo. Eso es un concepto relacionado con la voluntad de poder.
Yo no estaba logrando lo que quería, no estaba siendo como quería y eso me hacía mucho ruido en la cabeza y sumaba libras a la pesa. Tenía mucho pleito interno y rebeldía porque el cuidado tiene que ser tan estricto, al menos en el método Plusvida, que es el que yo elegí y me llevó a lograr lo que nunca había logrado. Estaba intentando ser, mientras peleaba.
Hacer tres días todo lo que te pide tu tratamiento, al 100% es importante, porque al final, te lleva a tener menos hambre y a estar más en paz. Te ayuda a aceptar que te toca lo que te toca, y a obedecer. Si no lo has intentado nunca, inténtalo. En serio. Es la forma de ser siendo. No podemos pretender cuidarnos cuando no lo estamos haciendo cabal.
Sería muy lindo decirte ahora que estos tres días de cuidados me dejaron delgadísima, pero no es así: llevo al menos un mes haciendo trampitas así que no puedo pretender arreglar en tres días lo que descompuse en muchos más. La pesa no está siendo mi amiga, por el momento, pero hay épocas del mes que son así. Ya lo sé. Respiro hondo y digo Ohm...
Yo bajé 0.8 en tres días. Pero gané serenidad, me levanté el castigo y volví a publicar, y la vida me regaló una amiga nueva que tiene una conexión muy especial conmigo. Detuve la tendencia al alza en la pesa y me demostré que, aunque a marchas forzadas, puedo hacerlo.
Perdí poco y gané mucho.
Ahora el reto es continuar, porque yo no puedo cambiar el hecho de que comer de más me hace subir de peso. Lo único que puedo hacer es aprender convivir con ello de la forma más amistosa posible, porque estar delgada y saludable es lo que quiero para mi.