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La resaca y la abstinencia


Foto de Trang Doan

¿Crees tú que solamente los alcohólicos sufren de resaca o los drogadictos de síndrome de abstinencia? Yo creo que no. La resaca se da después de abusar de la bebida o de la comida: la digestión es incómoda y te sientes mal. El síndrome de abstinencia se da cuando dejas de consumir la sustancia que habitualmente consumías. Eso incluye sustancias adictivas que parecen inocentes como el café, el chocolate o la comida chatarra.


En cuero propio he descubierto que la embriaguez de comida también da cruda. En mi caso, la embriaguez se da por el consumo de comidas que me encantan, las cuales en un principio elijo, luego no quiero parar de comerlas, y después me cuesta mucho regresar a la normalidad de mi cuidado. La abstinencia no se siente como igual que como describen la abstinencia del alcohol (aunque esa no la he sufrido), pero vaya que se siente.


Dicen que a los adictos a las drogas, cuando tienen síndrome de abstinencia, les da picazón el cuerpo. Pueden experimentar sudoraciones y temblores y sentirse francamente miserables por unos días. De eso tampoco sé. Pero de la abstinencia alimenticia sí que sé.


Sospecho que tú también la has sentido cada vez que decides intentar una nueva dieta. Aclaro firmemente que este artículo es para quienes quieren lograr una alimentación responsable y saludable, y que es necesario que sepas justamente dentro de qué limites está tu peso adecuado y recomendado. No es para hacer locuras.

La abstinencia alimenticia se da cuando decides tomar el control de tu alimentación y ceñirte a una dieta saludable, y es muy desagradable. Empieza por el mal humor, acompañado de hambre porque ni modo, has estado consumiendo más calorías que el nuevo plan alimenticio te permite. Quizás has tenido dolor de cabeza por falta de azúcar, temblores ligeros o frío. Se te antoja justo eso que tu dieta prohíbe. Por todo lo anterior, es posible que la vida se sienta pesada y a lo mejor te falte ánimo para enfrentarla. Pueden atacarte las ganas de llorar, o de dormir, o de decir “que paren el mundo que yo aquí me bajo”, o lo que sería peor: “al cabo ni quería adelgazar” y entonces vuelves con inocente felicidad a tus malos hábitos. ¿Te suena conocido?

Creo que mi mal humor de ayer se debió a que decidí poner a la comida en su lugar y como resultado, no puedo hacer lo que me da la gana y meterme a la boca lo que se me antoje.


Los malos pensamientos me acosan sugiriendo que quieren, que NECESITO esta comida o la otra. Hacer mis actividades se complicó porque estuve molesta por el hambre, los pensamientos insistentes, las ganas de comer cosas indebidas y la frustración de decir “¡Carajo! ¿Por qué soy tan débil?”. Pero me aguanté como valiente. ¿Por qué? Porque ya aprendí esta buena y verdadera noticia: El malestar dura tres días, y del otro lado, si soporto con elegancia y no doy mi dieta a torcer, empieza la sobriedad que me ayuda a lograr mis objetivos. Al igual que para mí, para ti las primeras 72 horas de ceñirte apretadamente a tu plan alimenticio sin salirte, son cruciales. Pasada la incomodidad de los primeros tres días, empiezas a recuperar el control de tu cabeza, vuelve la calma y se va el malestar y el hambre. Como resultado, vuelves a ser el capitán de tu nave, el dueño de tu cabeza, y cuidarte se hace más fácil.


Cuando decides en serio cuidarte, es importante contárselo a alguien que te comprenda y esté allí para alentarte. Confesar la incomodidad y rendir cuentas hace más probable que termines tus primeros tres días victoriosa. Te animo a intentarlo.


Hoy me siento mejor que ayer, aunque tampoco ha sido fácil. Las buenas noticias es que el peso va bajando y la cabeza se va aquietando. Escribo esta entrada para recordarme qué feo se siente tener que hacer este corte de tres días, por si algún día tengo ganas de portarme mal, y para ti, para que sepas que sentirse mal al principio es normal, pero recuperada la sobriedad, las cosas son más fáciles. Si quieres leer más acerca de la resaca alimenticia, te recomiendo algunos artículos:

https://www.quo.es/salud/a67152/levantar-con-resaca-de-comida/ , https://www.elespanol.com/ciencia/investigacion/20181101/peligroso-sindrome-esconde-detras-comida-basura/340216438_0.html, https://www.psicologoemocionalonline.com/adiccion-alimentaria/

Como ves, yo partí de la experiencia y luego busqué literatura que me diga que no somos bichos raros. La cruda y el síndrome de abstinencia de comida son normales, y los profesionales empiezan a estudiarlas.


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