Sobrepeso, ¿Para qué?
El sobrepeso es la cruz que muchos de nosotros llevamos a cuestas. Aceptémoslo, a nadie le gusta sentirse o verse gordo. Y más que gordo, es odioso sentirse incapaz de resolver el problema del peso y como si eso fuera poco, tener que mostrar en público esto que tanto nos hace sufrir en privado.
Yo creo que el sobrepeso, o la tendencia al sobrepeso no tiene nada que ver con lo que entendemos como inteligencia. Tiene más que ver con otras cosas. Hay personas destacadas, luchadoras, amorosas, altamente funcionales, mentes brillantes que a pesar de todos sus éxitos, luchan con el problema del peso.
Quizás el sobrepeso tiene más que ver con lo que no queremos ver, o con la lección que la vida quiere que aprendamos.
Sé por experiencia que cuando el sobrepeso es un problema por resolver, nuestra alma está contraída por sentimientos como vergüenza, incapacidad y culpa, y cuando vamos resolviéndolo, nos movemos hacia emociones más agradables, como el optimismo, la alegría, la creatividad y el sentimiento de logro. O sea, aprender a manejar nuestro peso es muy positivo para nuestra vida.
Muchas veces nos preguntamos por qué nos tocó la maldición de la gordura. Y por qués hay muchos. Tú sabrás los tuyos: porque me abandoné, porque me dediqué a otros, porque dejé mi deporte, porque vivo con estrés, porque extraño lo que me falta, porque la vida es complicada, porque trabajo demasiado, porque duermo poco, porque como por ansiedad, porque tapo mis vacíos con comida, porque me encanta comer y así mil motivos más.
Hoy te invito a hacer una reflexión más profunda y más fructífera. En lugar de por qué, pregúntate ¿Para qué nos ganamos la lotería del sobrepeso?
Yo creo que en la vida hay lecciones que nos toca aprender, temas que nos toca superar . El sobrepeso es el indicador de la lección que aún no hemos aprobado. A continuación te muestro algunas de las ideas de para qué el sobrepeso se instaló en nuestra vida:
Para mostrarnos lo que no queremos ver: El sobrepeso es nuestro cuerpo diciéndonos: "¿Sabes qué? ¡Ya me enfermé! Aunque tú crees que soportas (llena tú aquí el espacio en blanco), no es así." Tu sistema se arruinó por culpa de tus excesos: exceso de haraganería, exceso de trabajo, exceso de dejarte de último, exceso de lo que sea. Según la psicosomática clínica, el sobrepeso siempre tiene que ver con temas de sentirnos abandonados o haber sido abandonados y la capa de grasa representa protección. ¿te resuena? El habernos abandonado a nosotros mismos se incluye aquí. Es un hecho que el ser humano es muy capaz de autoengañarse y cuando hay temas desagradables, podemos evitar verlos o negar que existen. El peso está allí como recordatorio silencioso de que, en efecto, tenemos temas pendientes.
Como lección de humildad: Es posible que nos sintamos muy capaces ante la vida, pero el sobrepeso sea nuestra asignatura pendiente, y así, nos lleve a aprender que no somos perfectos, ni infalibles, ni podemos con todo solos.
Para que aprendamos virtudes nuevas: Te menciono tres virtudes cruciales que necesitamos desarrollar para poder adelgazar: confianza, obediencia y disciplina. Confianza en el método que elegiste, obediencia a lo que te diga la persona a cargo de tu plan y disciplina de tu parte para perseverar día a día.
Para ser compasivos: ¿De qué otra manera podríamos ser genuinamente compasivos hacia otras personas que sufren de sobrepeso? Podemos vernos en el otro, y podemos también inspirar al otro a hacer algo bueno para sí mismo.
Y así pueden haber muchos para qués de cada quien.
Antes de cerrar esta entrada, quiero invitarte a reflexionar en lo que inmortalizó R.E.M en su canción: Everybody hurts. Todos en esta vida sufrimos por algún motivo. El asunto del sobrepeso es lo que nos tocó a nosotros, pero allá afuera hay un abanico de complicaciones de vida y de dolores aparte del nuestro. Cada quien tiene su cruz. No tenemos el monopolio de las dificultades.
Esto del sobrepeso es lo que nos tocó como herramienta para aprender y creo que jamás puede considerarse prueba superada. El bienestar se va construyendo día a día, con cada acción que decidimos tomar para vivir en el tamaño físico, mental y espiritual que queremos vivir. Nos mantiene activos, humildes, creativos y vigilantes, y trabajar en estar bien es inmensamente más agradable que quedarnos con los sentimientos de estar enfermos de gordura.
Y tú, ¿Te has preguntado para qué te tocó vivir el reto del sobrepeso?